Se trata de "Pss pss no fue un accidente". Nueve canciones que se mueven entre el rock, el avant-garde y se permiten sonidos pop, siempre con la voz de Julie como líder de la poética.
Dos ideas parecen navegar las aguas del último disco de la banda marplatense Julie on Winter: el primer impulso, ese que sale y cuando se exterioza resulta difícil desoir, versus la cosa planificada, planeada, pensada hasta la obsesión.
En “Pss pss no fue un accidente”, Julie on Winter se atreve a respetar el impulso que emana de la compositora y letrista, Julie Winter, aunque esa energía inicial -cuando gusta- empieza rápidamente a atravesar el proceso de depuración, por lo general a cargo del guitarrista y productor, Santiago Herrera.
“Que no se confunda con desinterés”, señaló Herrera a LA CAPITAL. El ejercicio de dejarse llevar por la primera idea no esconde falta de trabajo. “A Julie se le ocurren miles de ideas, pero solo me pasa las canciones que valen la pena, hay una depuración”, explicó.
Para el guitarrista, el trabajo con el material sonoro que luego dará vida a una canción se parece a “recolectar semillas”.
“Después te ponés a ver cuáles son las mejores, y empezás a refinar y refinar, pero la base de todo está en los primeros impulsos”, agregó.
Podés escuchar el disco acá:
Y ella, por su parte, también vocalista de la banda, contó cómo da vida a sus temas: “Cuando compono dejo lo primero que me sale, no es que me digo ‘Voy a hacer una letra que hable de tal cosa’. Y le paso todo a Santi. Si al otro día no la recuerdo queda descartada”.
“Empiezo a hacer una zapada, encuentro un sonido que me gusta y viene la letra sola, inconciente. Si me lleva más de un día de laburo la descarto”, contó y rió cuando su compañero la tildó de “vaga”.
Con ese primer esquema terminado, lo que empieza es el camino de los arreglos, es el momento de seleccionar “los timbres que más” les gustan y el detalle de los instrumentos, para vestir a la canción con el ropaje más adecuado.
Consultados sobre cómo definen este nuevo disco, el segundo de la banda tras “Blue Blankets”, los músicos encontraron un crecimiento en este último material respecto del anterior. “Pss pss no fue un accidente es más evolucionado en cuanto al sonido”, dijo ella, mientras que Herrera afirmó: “Son etapas distintas de la banda, el disco anterior fue un rejunte de canciones, que comprendían un período más grande, de entre 2016 a 2023, este disdo tiene canciones más actuales”.
Amor y desamor, ansiedad y la sensación subjetiva del tiempo, que pasa o no pasa de acuerdo a las emociones, son algunos de los temas que dejan plasmadas las letras, siempre cantadas por la voz segura de Julie, una cantante decidida a que su poética se entienda.
“La voz tiene que ir al frente porque es lo fundamental”, señalaron.
“El preconcepto de la banda es que la voz es lo principal, la voz tiene que ir al frente porque es lo fundamental”, dijo el guitarrista. Y ese gesto se evidencia en la forma de cantar de Julie.
¿Indie? ¿Rock alternativo? “Nunca son cosas que uno piensa como banda”, respondió Herrera. “Yo diría que somos indie por indpendientes, este disco lo hicimos nosotros dos, muy casero, pero desde el sonido hay canciones que uno asocia más a lo indie, otras más rockeras, otras más avant-garde”, añadió. Incluso algunas remiten a un cierto pop de los ’90 y, desde lo visual, apela a la imagen de una infancia perdida.
La anécdota del disco es que salió como tal después de haber sido concebido como un EP y después de que ambos músicos consultaran a una numeróloga. “Cuando pienso en el disco se me viene a la cabeza la palabra transformación, el fin de algo, el principio de otra cosa”, explicó el guitarrista.
“Nos motivó a tomar decisiones”, apuntó Julie sobre la experiencia con la numerología. “Nos ayudó a estar motivados para meterle y estar más a full con la banda”. Con la energía de ella renovada y las nueve flamantes canciones que componen este disco, la banda calienta motores para presentarse en vivo en el mes de febrero. Esta vez con todos los integrantes: Luciano Beltrami (en teclas), Ayelén Peralta (en bajo y coros) y Matías Orellano (en batería).